La rentabilidad de las placas solares: ¿mito o realidad?
La energía solar, una opción rentable para hogares y negocios
La energía solar no es solo una forma limpia y renovable de energía, sino que también puede ser una opción rentable para los hogares y negocios. A medida que las tecnologías solares continúan avanzando, los costos de instalación y mantenimiento se han reducido significativamente. En este artículo, analizaremos la rentabilidad de las placas solares y cómo calcular el costo-beneficio de la energía solar.
¿Qué es la rentabilidad de las placas solares?
La rentabilidad de las placas solares se refiere a la capacidad de la energía solar para generar un retorno de inversión positivo en el tiempo. En otras palabras, es el valor que los paneles solares pueden aportar en comparación con su costo inicial de instalación.
Al igual que cualquier inversión, se espera que la instalación de placas solares genere un retorno financiero a largo plazo. En general, la rentabilidad de las placas solares se determina por la cantidad de energía que generan y el costo de dicha energía.
¿Son rentables las placas solares?
Las placas solares son una inversión rentable y con rápida amortización. En 6 – 7 años, recuperas la inversión realizada y comienzas a disfrutar al completo de todo el ahorro. Gracias a la mejora de la tecnología, el costo de la instalación y del mantenimiento ha disminuido mucho, motivo por el cual la rentabilidad de las placas solares es más alta. En el caso de nuestros paneles solares, el mantenimiento es, prácticamente, nulo, por lo que el costo es inexistente.
Sin embargo, el motivo principal de esta rentabilidad es el ahorro en la factura de la luz. Con una instalación fotovoltaica, la factura puede verse reducida un 70%, incluso con una excelente gestión del consumo, puede llegar hasta el 90%. Este hecho permite que la inversión se cubra con rapidez. Esto puede verse influenciado por el aumento de los precios de la energía eléctrica convencional. Si la electricidad se encarece, los ahorros en las facturas de electricidad también serán superiores, lo que significa que la inversión inicial se puede recuperar en un período de tiempo más corto. Es cierto, pero, que se tiene que tener en cuenta la compensación de excedentes contratada con tu compañía.
Además, los incentivos fiscales y económicos otorgados por instituciones oficiales pueden hacer que la instalación de placas solares sea aún una inversión más atractiva.
¿Cómo se calcula la rentabilidad de las placas solares?
Para calcular la rentabilidad de las placas solares, es necesario tener en cuenta varios factores, como la ubicación, el tamaño del sistema y el costo de la energía. Aquí hay algunos pasos clave para determinar la rentabilidad de las placas solares:
- Obtén datos sobre la producción de energía: Revisa tus facturas eléctricas o consulta el sistema de monitorización de tu instalación solar para conocer la cantidad de energía generada por tus paneles solares en un período determinado, por ejemplo, en un año.
- Calcula la energía total generada: Suma todas las lecturas de producción de energía para obtener la cantidad total de kilovatios-hora (kWh) generados por tus paneles solares durante el período de tiempo seleccionado.
- Determina el valor de la energía generada: Consulta tus facturas eléctricas o investiga el precio actual de la electricidad en tu área para determinar el costo promedio por kWh. Multiplica este costo por la cantidad total de kWh generados por tus paneles solares.
- Resta los costos de inversión: Considera los costos iniciales de inversión en tu sistema de paneles solares, que pueden incluir el costo de compra e instalación. Resta estos costos de la cantidad obtenida en el paso anterior.
- Calcula la rentabilidad: Divide la cantidad obtenida entre los costos de inversión y luego multiplica por 100 para obtener un porcentaje. Esto te dará la rentabilidad del sistema de paneles solares.
Es importante tener en cuenta que este cálculo proporcionará una estimación de la rentabilidad y que pueden existir otros factores a considerar, como los cambios en los precios de la electricidad, los incentivos fiscales y las tarifas de conexión a la red.
